Hoy te
busque en las paginas de aquel viejo libro… aquel libro que compartimos los
dos. Te busque a ti, a tu olor, a tu rostro y a esa mirada que siempre tenia
algo que decir. Pero no estabas, no te encontré en ninguna página. No halle
rastro tuyo, solo letras vacías que no contenían nada, que no te contenían.
Te borraste.
Te desvaneciste del libro y de mí. Tu rostro no estaba, tu sonrisa ya no era tu
sonrisa y tus gestos en mi mente no eran más que una burda parodia tuya, un
fallido intento por retenerte. Pero esa, esa en mi mente no eras tú, esa estaba
incompleta y era perfecta. Y yo me sentí roto.
Nada, no hay
nada que hacer, sé que no había otro final posible. Que a fin de cuentas te
desvanecerías de mi, que tu recuerdo se iría difuminando hasta que fueses
perfecta, y que ya no quedaría posibilidad de retenerte, a ti como en verdad
eras. Y ahí lleno de nostalgia deseé volver a conocerte.