domingo, 29 de octubre de 2017

Un momento de inspiración
Cuando te sientas frente al monitor y solo esperas que las palabras fluyan. Piensas en poetas, narradores, pintores, músicos; y te preguntas cómo es que lo logran. Te tomas un trago o dos, para sentirte más artista, pero no da resultado nada sale de tu mísera cabeza. Esperas. Quizá dos tragos más. Nada. La pantalla sigue en blanco, piensas que talvez la música ayude, vesti la giubba suena una, dos, tres veces; José Feliciano choca su copa rota contigo y piensas que debe ser más sencillo ser cantante, de esos que solo tienen que tener la suerte de nacer con la voz, no componen ni música ni letra y al final son famosos, logran fama y dinero; justo lo que nuestra cultura nos enseña a desear desde que nacemos. Se acaba el playlist y la pantalla sigue en blanco tal vez el refresco entorpece a las musas. Tragos derechos de la botella, total parece que a Pedro infante le funcionaron, lo prueban todas esas películas de la época dorada. Una cosa lleva a la otra, pasas de Peter Child a José Alfredo y antes de darte cuenta te quedaste dormido sobre el teclado. Despiertas y no encuentras nada más que un mísero renglón:

“cuando te sientas frente al monitor y solo esperabnmmmmmmmmmmmmmmmmm”