Un
momento de inspiración
Cuando
te sientas frente al monitor y solo esperas que las palabras fluyan. Piensas en
poetas, narradores, pintores, músicos; y te preguntas cómo es que lo logran. Te
tomas un trago o dos, para sentirte más artista, pero no da resultado nada sale
de tu mísera cabeza. Esperas. Quizá dos tragos más. Nada. La pantalla sigue en
blanco, piensas que talvez la música ayude, vesti
la giubba suena una, dos, tres veces; José Feliciano choca su copa rota
contigo y piensas que debe ser más sencillo ser cantante, de esos que solo tienen
que tener la suerte de nacer con la voz, no componen ni música ni letra y al
final son famosos, logran fama y dinero; justo lo que nuestra cultura nos
enseña a desear desde que nacemos. Se acaba el playlist y la pantalla sigue en
blanco tal vez el refresco entorpece a las musas. Tragos derechos de la
botella, total parece que a Pedro infante le funcionaron, lo prueban todas esas
películas de la época dorada. Una cosa lleva a la otra, pasas de Peter Child a José Alfredo y antes de
darte cuenta te quedaste dormido sobre el teclado. Despiertas y no encuentras
nada más que un mísero renglón:
“cuando
te sientas frente al monitor y solo esperabnmmmmmmmmmmmmmmmmm”
No hay comentarios:
Publicar un comentario